Nací en la localidad de Lanús. Mi infancia allí estuvo marcada por el movimiento constante. Solo recuerdo estar quieta mientras dormía. Desde muy chica, pasaba horas en clases de danza clásica, en donde la disciplina y la música me envolvían, y aunque a veces me cansaba, nunca dejé de sentir esa emoción antes de cada presentación. Pero llegó un momento en el que tuve que elegir entre dos géneros: flamenco y jazz. Ambas opciones no me convencían ni tampoco me gustaban y terminé alejándome de la danza. Hasta el día de hoy, me pregunto qué habría pasado si hubiese seguido, pero también entiendo que cada elección define un camino.
Los cambios también fueron parte de mi historia en la escuela. Me cambié dos veces de colegio: la primera en primer grado, cuando todo era nuevo para mí y, la segunda, para empezar la secundaria. Esta última fue más difícil, porque implicó dejar atrás amigos y adaptarme a un ambiente completamente distinto. Tras once años, me mudé al ladito de mi tía, en Avellaneda que no solo significó un nuevo hogar, sino también nuevas personas, ritmos y maneras de ver el mundo. No siempre fue fácil, pero con el tiempo aprendí a ver cada cambio como una oportunidad para crecer.
La búsqueda de mi identidad también se reflejó en mis estudios universitarios. Empecé por la lengua italiana, porque me une a mis raíces paternas, lo que me hizo probar primero con el profesorado. Sin embargo, no me fue bien y decidí darle otra oportunidad en la carrera de traductorado. Pronto me di cuenta de que no le tenía paciencia a las leyes, porque cambian todo el tiempo y no lograba sentirme cómoda con esa estructura. Finalmente, elegí la carrera de comunicación, un espacio donde siento que puedo explorar diferentes formas de expresión y conexión con el mundo.
Al mirar hacia atrás, veo que todas esas experiencias, grandes o pequeñas, me fueron formando. Las decisiones que tomé y las que no me marcaron de distintas maneras. Aunque a veces dudo de algunas, sé que cada experiencia, incluso las que dejé atrás, sigue siendo parte de quién soy hoy.
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